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jueves, 22 de septiembre de 2011

Agua y luz

Tú y yo podremos pasear juntos bajo ese cielo estrellado. Se lo dije de forma solemne, mirando fijamente sus ojos negros y ella me devolvió una sonrisa añadiendo: “¡Qué cursi! Eres mi mejor amigo y me haces reír, pero nadie es perfecto". Aunque un puño oprimió mi estómago, entre risas intenté una aproximación envolvente por el flanco izquierdo, que fue rechazada con un ademán gracioso de su brazo. Ambos reímos sin hablar durante unos segundos, después alegué una disculpa, me despedí y salí de su casa. Miré hacia arriba. Las estrellas brillan menos a través de dos gotas de agua.